martes, 6 de octubre de 2009


Atrasito.


La Panamericana estaba cerrada por derrumbes. No podíamos esperar. Así que viajamos en una guagua, cruzando la Cordillera por donde solamente los mestizos lo hacen.
Porque no tienen más remedio. Más que peligro, suicidio.
Travesía de 58 horas desde Cuzco a Lima, sin comer más que huevos duros y galletitas envasadas. Lo que comían nuestros compañeros de viaje, lo llevaban puesto. No pudimos obviar el común baño en las paradas. “Atrasito” nos dijeron. Y entendimos.
Llegamos mestizas ; en costumbres y oliendo a especias.



“On the road”(4)

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Dulce tu comentario , Stella. Comparto la celebración por el reencuentro en esta nueva sintonía de las letras y el escribir.